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¿Cámaras IP vs Cámaras analógicas?

22 julio, 2021

La principal diferencia entre las soluciones de Cámaras Analógicas o Cámaras IP en Videovigilancia / CCTV es la forma en que transmiten el vídeo a través del medio de comunicación que puede ser por cable o por aire.

Aquí están las principales diferencias y algunas líneas para elegir la mejor para su proyecto:

Significado de sus nombres

Una cámara analógica recibe su nombre por la forma en que transmite el vídeo al receptor, que puede ser un equipo de grabación, un televisor o un ordenador. El vídeo se envía con señales analógicas a través de frecuencias eléctricas en un rango de tensión definido que el receptor, a su vez, también convierte en imagen a través de un convertidor de vídeo a vídeo.

Una cámara IP recibe su nombre por ser un equipo que se conecta a una red informática a través del Protocolo de Internet o IP (Internet Protocol) que es básicamente la forma en que se comunican los ordenadores en la mayoría de las redes informáticas.

Grabación de vídeo

Una Cámara Analógica por sí misma no funciona en absoluto, requiere necesariamente de un ordenador que reciba su señal de vídeo para grabarla, analizarla o codificarla, lo que se conoce como Grabador de Vídeo Digital o DVR (Digital Video Recorder)

Una Cámara IP es en sí misma un Ordenador, con Procesador, RAM y en algunos casos incluso Almacenamiento, por lo que una Cámara IP por sí misma sería capaz de grabar comúnmente vídeo en una tarjeta SD o Micro-SD sin necesidad de un grabador. Aun así, es recomendable para proyectos multicámara centralizar la grabación en un ordenador que en este caso se denomina Grabador de Vídeo en Red o NVR (Network Video Recorder).


Analítica

La analítica se refiere a la capacidad de la Cámara de reconocer patrones en las imágenes que podrían ser: Movimiento, Cambios bruscos en la imagen, Cruce de líneas, Temperatura, u otros.

Las Cámaras analógicas no tienen capacidad de reconocimiento de patrones y su medio de transmisión también tiene limitaciones para enviar más información adicional al vídeo. En este sentido, la capacidad de análisis y computación se dejará en manos del receptor, que puede ser un grabador (DVR) o un equipo informático que pueda analizar el vídeo y actuar sobre él.

Las Cámaras IP, en cambio, al ser ordenadores con cámaras que procesan la información internamente, son capaces de codificarla y comprimirla antes de enviarla al NVR o al equipo informático de grabación. En su proceso de codificación, pueden incluso analizar activamente la información visualizada en lo que se conoce en el medio como “Video Analytics” y tomar decisiones en base a ella.


Conclusión:

Para un uso residencial o de oficina con una solución básica de videovigilancia en la que sólo se requiera una visión general de las cámaras y el menor coste inicial la opción podría seguir siendo las Cámaras Analógicas, pero si pensamos que una sola cámara IP podría grabar sin necesidad de un DVR o grabador analógico podría ser completamente al revés.

Para las grandes instalaciones, podría ser que los sistemas de videovigilancia analógicos tuvieran sentido en términos de costes, también podría ser relevante para las empresas que no quieren tener cámaras conectadas a su red por cuestiones de seguridad (para las que también hay soluciones), pero la cuestión a tener en cuenta aquí es que las cámaras analógicas tenderán finalmente a ser sustituidas por la computación y el mayor rendimiento que proporcionarán las cámaras IP.

La tecnología tiende a la computación, el análisis y la inteligencia artificial. Las cámaras tendrán gradualmente una mayor capacidad de procesamiento e inteligencia que también conducirá pronto a un precio más bajo debido al aumento de la demanda.

No hace mucho tiempo se pensaba que la Videovigilancia IP era sinónimo de altos costes de implantación pero en nuestros análisis de costes hemos visto que esta brecha cada vez es menor y en ocasiones la inversión inicial podría ser muy similar a la de la tecnología analógica si tenemos en cuenta los accesorios adicionales que requiere y el posible coste de mantenimiento a medio plazo.

Nuestra recomendación tenderá a lo inevitable: Las Cámaras IP y los Sistemas de Videovigilancia IP son ahora el presente y serán el futuro. Aunque hoy en día todavía puedan estar a la par en algunas cuestiones eso está a punto de revertirse en cualquier momento.