Como casi todos los comportamientos derivados del uso de nuevas tecnologías, ya tiene su propio nombre: el síndrome del smartphone zombi. Estoy seguro de que los has visto cruzar la calle fuera del tráfico o incluso conducir un vehículo mientras intentan ver la última actualización de sus contactos en los medios sociales. Tal vez incluso estaban a punto de chocar con un poste de luz mientras iban a responder un mensaje. A pesar de que la tecnología ha avanzado, todavía tenemos sólo dos ojos y una capacidad de atención limitada.

Sin embargo, esos mismos terminales que nos distraen tanto podrían ser también el remedio para nuestros males. Esa es la idea detrás del proyecto tecnológico desarrollado en la Universidad de Purdue en Indiana (EE.UU.) que implica aprovechar los sistemas de CCTV urbanos para que, además de recoger imágenes de lo que está sucediendo en la calle, también puedan advertir a los peatones. Un paso más hacia la ciudad inteligente.

Infografía de nanotexto

Hasta ahora los teléfonos se comunicaban por Internet a través de las direcciones IP y MAC, que son la única firma de identificación del dispositivo. De hecho, el crecimiento exponencial de los teléfonos y las computadoras ha llevado a una revisión progresiva del protocolo IP para acomodar nuevas máquinas. Sin embargo, en medio de la calle, es muy difícil saber qué IP corresponde a cada peatón en caso de que sea necesario enviarle una notificación específica. Necesitabas encontrar una forma de llegar a esos teléfonos sin saber su dirección IP exacta. Para ello, los investigadores han creado un nuevo protocolo de comunicación llamado dirección privada humana (PHADE). Cuando una persona entra en el campo de visión de la cámara, ésta genera una dirección única basada en sus gestos. Entonces se emiten paquetes de información que se transmiten a la zona. El receptor, que debe tener instalado el sistema PHADE, lleva esa misma firma basada en sus propios movimientos, de modo que cuando ambos coinciden, la notificación salta a su móvil. Esto puede ser una advertencia de un coche que se aproxima, una luz roja o incluso una posible actividad delictiva, como vimos en otro artículo sobre la IA aplicada a la seguridad ciudadana.

De la calle al museo… y al supermercado

Sin embargo, la prueba inicial de esta innovación tecnológica no se ha llevado a cabo en un ambiente callejero, sino en la recreación de un museo con varios visitantes. Las cámaras fueron capaces de determinar si el visitante estaba viendo una obra de arte en particular y enviarle información sobre ella. El experimento mostró un 90% de eficiencia en varias situaciones. Por supuesto, las aplicaciones de la tecnología PHADE van más allá de la seguridad urbana o las visitas a los museos. Los investigadores sugieren que también podría utilizarse en los supermercados para informar de ofertas o descuentos basados en la posición del comprador en los pasillos.